Los buenos submarinistas llegan a la playa, elegida con acierto,
con el equipo completo
para practicar su deporte favorito
y de paso "cuidar" a los peces, que son como uno más de la familia
pero tanto tiempo con "peces" hace que el instinto de "pescador" le salga cuando vea una pieza a la vista
y se convierta en un "depredador" más y más agresivo
y es que lo las compañías "pegan" los instintos.
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